La fisionomía femenina experimenta, a veces, el desarrollo de ciertas patologías y que vienen determinadas por la aparición de ciertas enfermedades vinculadas al aparato reproductor femenino. En este post vamos a detallar cuáles son las más frecuentes y te explicamos por qué es tan importante detectarlas cuanto antes.
Tabla de contenidos
La importancia de la detección de enfermedades genitales en mujeres
Las infecciones ginecológicas pueden tener síntomas parecidos al inicio del proceso. Esta circunstancia nos puede llevar a uno de los riesgos más peligrosos, que consiste en comparar lo que te ocurre con las enfermedades genitales de otras mujeres y automedicarse de manera incorrecta.
Si buscas el tratamiento adecuado para una infección en la vagina, es fundamental que recibas el diagnóstico correcto por parte de un especialista. Solo así podrás aplicarte justo lo que necesitas; de otro modo, puedes usar medios que no contienen el principio activo que acaba con el hongo o la bacteria responsable de la enfermedad. En algunas ocasiones, incluso puedes detectar una enfermedad vaginal antes de la aparición de los síntomas, siempre y cuando te hagas una revisión ginecológica preventiva al menos una vez al año.
Tipos de enfermedades vaginales más comunes
La gran mayoría de las enfermedades genitales femeninas que se repiten con más frecuencia, consisten en infecciones por hongos o por irritación de la piel como consecuencia de agentes externos:
Candidiasis
Los síntomas de la candidiasis destacan por un picor muy intenso en la vulva y enrojecimiento de la zona. La cándida es un hongo que se manifiesta habitualmente en la piel de manera natural, pero un cambio en el pH del flujo o un sistema inmunitario debilitado, pueden hacer que prolifere en exceso, dando lugar a complicaciones. Si sufres esta infección puedes experimentar dolor al tener relaciones sexuales y/o al orinar. La transformación del flujo vaginal a un blanco espeso es un signo bastante frecuente de la enfermedad.
Dermatitis
Las mujeres que tienen la piel sensible pueden experimentar dermatitis en diferentes zonas de cuerpo y especialmente en la zona vaginal. Esta vez la causa suelen ser geles, jabones con aromas, tampones, compresas, detergentes o tejidos, provocando picor, piel gruesa pudiendo ocasionar dolor durante la práctica sexual o después.
Herpes
El herpes genital es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) que puedes sufrir solo con el contacto con la parte del cuerpo de otra persona infectada por el hongo correspondiente. Este tipo de herpes se manifiesta en forma de pequeñas ampollas dolorosas que pueden extenderse hacia los muslos. El resto de sus síntomas pueden confundirse con una gripe o resfriado.
Tricomoniasis
La tricomoniasis es otra ETS que también forma parte de las infecciones vaginales más comunes. Se caracteriza por hinchazón y dolor al orinar. Los cambios en el flujo vaginal también son un signo evidente de la presencia de los hongos de la tricomoniasis, tornándose a gris, amarillento, verdoso y de un aspecto similar a la espuma con olor desagradable.
Liquen escleroso
Esta infección está causada por un tipo de liquen que afecta principalmente a mujeres que acaban de superar el periodo de la menopausia. Es fácil detectarlo debido a las manchas de un color brillante que aparecen en la vulva. Cuando crecen, pueden producir desgarros en la piel, visualizándose de un color violeta o rojo. Además, puede picar y evolucionar adoptando forma de ampollas y hemorragias.
Conclusiones
La candidiasis, la dermatitis, el herpes genital, la tricomoniasis y el liquen lechoso son las infecciones más destacables entre las que puede experimentar con más frecuencia una mujer a lo largo de su vida. Estas enfermedades pueden compartir algunos síntomas dando lugar a confusiones, por lo que es esencial recibir el diagnóstico correcto cuanto antes, así como los consejos sanitarios sobre el tratamiento correspondiente y así evitar posibles complicaciones derivadas de la automedicación.