¿Sabías que un tercio de la población mundial está infectada por la Helicobacter Pylori? Es un tipo de bacteria que infecta el estómago dañando su tejido, siendo las responsables del 80% de úlceras gástricas, según la American Medical Association. Entre sus síntomas más comunes se encuentran la sensación de quemazón en el abdomen, hinchazón, náuseas, pérdida de peso y de apetito.
Cuándo se detecta este tipo de afección, la alimentación es clave para mejorar la mucosa estomacal y la recuperación de las funciones digestivas. Descubre todo sobre la dieta para Helicobacter Pylori, te contamos los alimentos más recomendados.
Esta bacteria contribuye a padecer úlceras gástricas y duodenales, así como a la gastritis crónica. Estos trastornos gastrointestinales requieren cambios en la alimentación y en el estilo de vida, siendo lo más recomendable seguir una dieta blanda.
Además, este tipo de dieta puede prevenir sufrir anemia por déficit de vitamina B12, una afección habitual si la gastritis provocada por los síntomas avanza demasiado. Por ello, ciertos alimentos, especialmente los ricos en vitamina C, pueden ayudar en la prevención y son un complemento eficaz para el tratamiento de la infección por Helicobacter Pylori.
Los alimentos probióticos mantienen el sistema digestivo funcionando sin inconvenientes gracias a que contienen bacterias intestinales beneficiosas. Estimulan la producción de sustancias que combaten la Helicobacter Pylori y reducen los efectos secundarios, como la diarrea o mala digestión.
Estos alimentos han pasado por una fermentación natural eincluyen el yogur, las aceitunas y encurtidos, el queso crudo, kéfir, tempeh, chucrut, la bebida kombucha, miso, las microalgas o el chocolate negro.
El aceite de oliva, los pescados grasos, las nueces y otros alimentos ricos en grasas poliinsaturadas pueden proteger contra los trastornos gástricos relacionados con Helicobacter pylori.
El omega-3 ayuda a reducir la inflamación del estómago debido a sus propiedades antioxidantes. Las nueces ayudan a restaurar la mucosa gástrica, pero también puedes incluir en tu dieta, aceite de oliva virgen extra, atún, salmón, aguacate, semillas de girasol, pescado y frutos secos.
De hecho, numerosos estudios, como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) publicó en la revista “Journal of Agricultural and Food Chemistry”, han demostrado que la ingesta diaria de aceite de oliva virgen extra y pescado puede reducir el riesgo de infección por Helicobacter Pylori.
Las carnes blancas contienen baja concentración de grasa, por lo tanto, este tipo de proteína es sencilla de digerir, puesto que no pasa mucho tiempo en el estómago. Además, reduce algunos de los síntomas de Helicobacter Pylori, como la acidez o el ardor en el estómago.
Incluye en tu dieta carnes como el pollo, el conejo o el pavo, especialmente cocinados al vapor o al horno.
El té verde es conocido por sus propiedades antioxidantes, capaces de reducir la inflamación y combatir a este tipo de bacteria. Además, es importante resaltar el consumo de jengibre gracias a que actúa como un agente antibacteriano, protegiendo la mucosa gástrica y reduciendo la inflamación.
La miel cuenta con propiedades naturales que ayudan a tratar infecciones bacterianas, y aunque todos los tipos contienen estas propiedades. Destaca especialmente la Miel de Manuka, puesto que es rica en un compuesto llamado metilglioxal, responsable de sus excelentes propiedades antimicrobianas.
Consumir cantidades elevadas de vitamina C en la dieta reduce la probabilidad de sufrir Helicobacter Pylori. Esto se debe a que la vitamina está concentrada en la mucosidad del estómago y protege contra esta bacteria.
Lo más recomendable es consumir estos alimentos sin cáscara ni semillas, puesto que facilitará la digestión y el funcionamiento intestinal. Además, es preferible incluir determinadas frutas, como la manzana roja, la pera, bananas, sandía, melón o papaya.
Seguir una dieta para Helicobacter Pylori que incluya en el menú habitual los alimentos recomendados y qué evite el consumo de ciertas recetas es fundamental para reducir los síntomas más comunes y que ayude a mejorar la mucosa estomacal.
Es recomendable acudir a un especialista en nutrición para que te ayude a crear un plan de alimentación adaptado a tu caso y que sea un complemento eficaz con el resto del tratamiento. Siguiendo todas estas indicaciones, comprobarás cómo se acelera tu recuperación digestiva al seguir una dieta adecuada.