Nutrición y salud
Pruebas médicas

Pruebas que se pueden realizar para anticipar enfermedades relacionadas con la alimentación

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Hoy día es posible anticipar enfermedades relacionadas con la alimentación y la nutrición gracias a ciertas pruebas médicas que llevan a cabo los nutricionistas o los gastroenterólogos. Esto es muy importante, dado que la prevención puede ser clave para evitar futuros problemas de salud y garantizar una mejor calidad de vida. Pero, ¿cuáles son esas pruebas?, te estarás preguntando.  A continuación te presentamos algunas de las más comunes, así que lee con atención. 

Pruebas médicas que sirven para prevenir enfermedades vinculadas con la nutrición y la alimentación

Existen muchas pruebas médicas que los nutricionistas o gastroenterólogos pueden realizar para prevenir enfermedades relacionadas con la nutrición o la alimentación, haya síntomas o no. Sin embargo, para ello es necesario realizarlas a tiempo, es decir, conseguir una cita pronto para una detección temprana. En este sentido la sanidad privada es una opción ideal, ya que permite realizar dichas pruebas de inmediato, sin listas de espera o colas, a precios asequibles, y obtener resultados que permitan tratarlas y curarlas antes de que empeoren.  

Entre las pruebas médicas más frecuentes que se pueden realizar para prevenir enfermedades se encuentran las siguientes: 

  • Test de intolerancia alimentaria: en ciertas ocasiones nuestro organismo no es capaz de tolerar ciertos alimentos, lo cual se traduce en dolores estómago, diarreas, cansancio crónico, inflamación del intestino… para detectarlas, un especialista médico  analizará n una extracción de sangre que permite determinar si se es intolerante a algún alimento para poder evitarlo. 
  • Manometría esofágica para detectar el reflujo gastrofágico: el reflujo gastroesofágico se produce cuando el contenido del estómago vuelve hacia el esófago, en dirección a la boca. Los síntomas que te informarán que puedes padecerlo son: sensación de ardor en el pecho y en la boca del estómago después de las comidas, regurgitación de alimentos y sensación de nudo en la garganta. Además, estos problemas pueden agravarse si se dan por la noche, provocando también trastornos del sueño. Para diagnosticarlo, el gastroenterólogo debe realizar una manometría esofágica y medición del pH en 24 horas, y en algunos casos una endoscopia digestiva que permita identificar las causas del reflujo. Así se puede tratar antes de que provoque inflamación en las paredes del esófago o trastornos más serios como un estrechamiento del esófago.
  • Gastroscopia para diagnosticar úlceras gástricas: la gastroscopia, o endoscopia digestiva, es una exploración que permite ver la parte alta del tubo digestivo y que ayuda a diagnosticar úlceras gástricas y gastritis, que causan quemazón en el estómago, náuseas y digestiones dolorosas. Si se diagnostican a tiempo es posible evitar las úlceras pépticas, que producen sangrados peligrosos. 
  • Colonoscopia para identificar el cáncer de colon: la diarrea, la sangre en las heces, el estreñimiento, el sangrado rectal o la bajada repentina de peso pueden ser síntomas de un cáncer de colon. Con el objetivo de descartarlo o darle al paciente atención médica o quirúrgica inmediata, la prueba necesaria es una colonoscopia. 
  • Pruebas por imagen para encontrar cálculos biliares o inflamación del páncreas: los problemas en el páncreas, como la pancreatitis o los cálculos, se manifiestan con síntomas como el dolor abdominal hacia la espalda, las deposiciones aceitosas o la pérdida de peso repentina. Se detectan mediante pruebas por imagen como la ecografía abdominal, la tomografía o la resonancia de contraste, o también gracias a análisis de sangre o de heces. Así se evita la pancreatitis crónica, que no tiene cura y que puede provocar problemas digestivos e incluso diabetes. 

Como ves existen muchas pruebas médicas que pueden prevenir enfermedades en el sistema digestivo y los órganos relacionados, que se vuelven especialmente importantes con la edad. Por lo tanto, para garantizar la salud y la calidad de vida, recuerda la importancia de ante sospecha de algún síntoma, acudir rápidamente a un especialista que valore tu caso por si es necesaria alguna prueba diagnóstica que confirme una enfermedad grave. 

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