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grados de anemia

Los diferentes grados de anemia y su tratamiento

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Seguramente habrás escuchado la palabra anemia más de una vez, quizás la has padecido en algún momento, generalmente se produce por una falta de hierro aunque se puede dar por otros motivos. Por ello te hablaremos sobre los diferentes grados de anemia, por qué se produce, cuantos tipos de anemia hay y cuáles son los síntomas y tratamiento, ¡sigue leyendo! 

¿Qué es la anemia? 

Para entender bien qué es la anemia primero vamos a explicar cómo está compuesta la sangre y qué funciones tiene. La sangre está compuesta por el plasma, los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas. Tiene la función de transportar oxígeno y nutrientes a todas las células de nuestro cuerpo, así como transportar dióxido de carbono y desechos para luego ser eliminados. 

Los glóbulos rojos de nuestra sangre son los encargados de llevar el oxígeno y realizar el intercambio con el dióxido de carbono en los pulmones. Estos están compuestos por hemoglobina, una proteína rica en hierro que le proporciona el color rojo a la sangre, y que se encarga de transportar el oxígeno. 

La anemia se produce cuando la cantidad de hemoglobina está disminuida en los glóbulos rojos

Grados de anemia en mujeres y hombres 

La OMS la define como la concentración de hemoglobina en sangre inferior a 12 g/dl en mujeres y 13 g/dl en hombres o cuando se observa un descenso brusco de 2 g/dl o más de la concentración habitual aunque esté dentro de los parámetros normales. 

¿Por qué se produce la anemia? 

La anemia puede producirse por diversos factores como por ejemplo: 

  • Pérdidas de sangre: esto incluye cualquier problema que nos haga perder mucha sangre, como una cirugía, una lesión grave o sangrado por lesión en el estómago o intestinos. La regla puede estar incluída en este apartado, aunque la anemia por pérdidas de sangre excesiva durante la regla no es lo normal. 
  • Antecedentes familiares: si en la familia existe antecedente de anemia puede ser posible que exista mayor riesgo de padecerla. 
  • Malos hábitos alimenticios: el excesivo consumo de alcohol o la escasa ingesta de alimentos ricos en hierro, vitamina B12 o ácido fólico, necesarios para producir glóbulos rojos sanos, puede producir riesgo de anemia. 
  • Incapacidad de absorber el hierro: este se absorbe en el intestino delgado, algunos trastornos disminuyen la capacidad de absorción del intestino y por lo tanto la de nutrientes. 
  • Edad: las personas mayores son más propensas a sufrir anemia. 

Tipos de anemia 

Existen diferentes grados de anemia según el tipo. Los tipos de anemia pueden clasificarse de la siguiente forma según su agente causal: 

Anemia ferropénica o por déficit de hierro

Esta anemia se produce cuando en nuestro cuerpo no hay suficiente hierro, esto puede ser por un déficit en el consumo, porque se pierde demasiada sangre, por una incapacidad para absorber este mineral o durante el embarazo. 

Debido a la falta de hierro nuestro cuerpo no produce suficiente hemoglobina por lo que la sangre no puede transportar el oxígeno de forma eficaz. Es necesario abordar la anemia así como sus causas subyacentes. Este tipo de anemia es el más común. 

Por el contrario, cuando existe un exceso de de hierro en nuestra sangre, podríamos hablar de hemocromatosis

Anemia perniciosa o por déficit de vitamina B12 

Esta anemia se presenta cuando los intestinos son incapaces de absorber correctamente esta vitamina. La anemia perniciosa puede darse por una gastritis atrófica, un debilitamiento en las paredes del estómago o por ciertas enfermedades autoinmunes. 

La vitamina B12 es fundamental para el correcto funcionamiento del cerebro, del sistema nervioso y para la formación de la sangre. Normalmente el factor intrínseco, una glucoproteína, permite la absorción de esta vitamina. 

Anemia por deficiencia de Ácido fólico 

Este tipo de anemia se produce por una disminución en la cantidad de glóbulos rojos debido a una falta de folato o ácido fólico. Las causas principales son por una deficiencia en la ingesta de esta vitamina, el alcoholismo o el consumo de ciertos medicamentos, entre otros. 

Anemia hemolítica autoinmunitaria

Esta anemia se produce por una destrucción de los glóbulos rojos. Nada tienen que ver los requerimientos alimenticios en este tipo de anemia, sino que el propio sistema inmune destruye los glóbulos rojos por error. No es un trastorno frecuente aunque es de alta gravedad, por lo que debe estar bajo supervisión médica urgente.

Talasemia

Si bien la talasemia no es un tipo de anemia en sí, esta puede cursar con diferentes grados de anemia. Se produce por un trastorno sanguíneo hereditario en el cual hay una insuficiencia de hemoglobina por lo que los glóbulos rojos no cumplen correctamente su función. 

Hay dos variantes de la talasemia (alfa y beta) y cada una cursa con un grado de anemia mayor, de más gravedad y otro menor que aunque siendo portador de la enfermedad tiene menos repercusión. 

Tratamiento de la anemia 

Según los tipos y grados de anemia será el tratamiento a aplicar, aunque antes es imprescindible tener un diagnóstico del origen de la anemia para poder tratarla de manera correcta. Teniendo la causa de la anemia el tratamiento puede incluir:

  • Suplementos de hierro, vitamina B12, ácido fólico u otras vitaminas.
  • Inyecciones de eritropoyetina, un medicamento que se utiliza para ayudar a la médula ósea a producir más células sanguíneas. 
  • Corticosteroides o algún otro medicamento que ayude a inhibir el sistema inmunitario. 
  • Transfusiones de sangre. 

Según el grado de anemia y tipo, esta puede ser grave al causar niveles bajos de oxígeno en órganos vitales, es por ello imprescindible siempre consultar con el médico especialista

En conclusión, la anemia es un trastorno que puede ser causado por varios factores, es por ello importante saber los grados de anemia y tipo para poder iniciar el tratamiento adecuado según el caso. La alimentación es fundamental para llevar una vida saludable y complementar el tratamiento de enfermedades como la anemia, que deberían estar vigiladas por un especialista médico con un seguimiento exhaustivo de su evolución.

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